Fangirl

Con esta reseña tengo una serie de sentimientos encontrados muy fuertes. Fangirl empecé a leerla por presión social, sea se, un grupo de amigas la estaba leyendo y yo, como buena amiga que era pues también lo hice. 

No sé ni por dónde empezar a hablar. La novela nos presenta a Cath, la protagonista, como una chica aislada del mundo, que solo quiere seguir siendo amiga de su hermana gemela y vivir en el mundo de fantasía que ha creado en su propio fan fiction. Hasta aquí todo bien, la cosa es cuando entran a la universidad y se separan, por decisión de Wren (su hermana) y Cath se ve "obligada" a interactuar con las demás personas que la rodean, entre ellas su compañera de habitación. 

Si se me presenta esta trama pues yo te la compro, y me lo leo tan a gusto en mi sofá. Pero si ya empezamos a leer las primeras páginas y la protagonista no es capaz de salir de las tres mismas frases, no deja de describir al mundo exterior como si fuese espacial, de otro planeta, pues ya la cosa me empieza a crispar. Y ya no solo tenemos a una protagonista que es incapaz de razonar más allá de su propio ombligo, tenemos unos personajes secundarios que no conocemos. 

El juego increíble que se pierde en la narración al dejar tan de lado a esos personajes que le darían VIDA a la novela la hace tan plana y pasajera que se olvida lo que has leído tres capítulos antes. Y ya ni hablemos de la trama romántica, tan tópica que ni siquiera es romántica, es simplemente un intercambio de miradas entre Cath y el chico. Que el pobre intenta todo por conocerla, pero vuelvo a lo mismo, la muchacha vive mirando su propio ombligo...

Aunque no todo es malo en la novela, le voy a dar su punto. Esta subtrama sobre la importancia de la presencia literaria de los fan fictions en la literatura contemporánea y el discurso de Cath defendiéndolos no está mal.

En definitiva, se le dio en su momento demasiada importancia a una novelita que apenas alcanza a cumplir lo que promete. Así que sí, es una de esas obras que nunca recomendaré leer.

Fangirl, de Rainbow Rowell (2014), ed. Alfaguara.