La fatiga de los materiales

Una novela llena de detalles, sería como la categorizaría desde el primer momento en que empiezas a leerla. Con un ritmo de escritura al que no estamos acostumbrados y que se ajusta a la perfección a la trama de la novela; en los momentos en los que el protagonista se siente acelerado: la narración se da en oraciones breves separadas de puntos, pero cuando es más calmado, como en las descripciones: tenemos oraciones más detalladas, más extensas y pausadas. Este método de escritura te introduce en la lectura de una manera distinta, puesto que no solo sientes al protagonista por las palabras, sino por cómo están estructuradas.

Respecto a la trama en sí; encontramos la historia de dos hermanos separados por la guerra en su país (Siria) que huyen al Norte (probablemente Alemania), pero se separan en algún punto de este viaje y tenemos aquí el conflicto de seguir el viaje de uno de los hermanos que busca al otro. Los capítulos de la novela no se dan consecutivos en el tiempo, por lo que si tan solo te pierdes una frase ya te puedes desorientar durante todo el capítulo, de ahí la importancia de cada detalle durante la narración.

Personalmente, sí que recomiendo esta lectura. Al ser una obra que yo no habría leído de no ser porque se me pidió su reseña, me habría perdida una gran novela de viajes. Porque a fin de cuentas es lo que narra, el viaje de un refugiado en busca de su hermano perdido. Lo bueno de la obra no es solo su narrativa, sino el punto de vista que ofrece sin caer en las grandilocuencias de las guerras y sus posteriores consecuencias. Es incluso en ciertos momentos de la narración que podemos apreciar hasta cierto toque sarcástico respecto al comportamiento de agentes externos en torno a estos refugiados. Sin embargo, la crudeza con la que se narra las vivencias te marca, sobre todo en estos días que estamos viviendo.


La fatiga de los materiales, de Marek Sindelka (2021), ed. Báltica.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las herederas de la Singer

Fangirl

Inconsciencia, Vicente Fuentes